La pérdida de cabello es uno de los efectos secundarios más frecuentes, aunque hay que destacar que no todos los fármacos quimioterápicos producen alopecia.
Se trata de un efecto tóxico reversible, aunque con gran repercusión psicológica en los pacientes, impactando en su calidad de vida.
Entre los fármacos quimioterápicos que producen alopecia se encuentran los siguientes: ciclofosfamida, doxorrubicina, etopósido, docetaxel, paclitaxel, ifosfamida.
La caída del cabello suele comenzar a las 2-3 semanas del tratamiento y comienza a recuperarse a partir de los 3-6 meses del cese de la quimioterapia. En ocasiones el nuevo cabello es de características diferentes.
No existe ningún tratamiento efecto para prevenir la alopecia. Los gorros hipotérmicos que producen vasoconstricción superficial del cuero cabelludo han demostrado alguna eficacia.
Consejos para los pacientes
-En general, se aconseja evitar el uso de tintes y secadores de pelo porque pueden favorecer la debilidad del folículo piloso
-Evitar la exposición solar.